Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz
del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí
me han desechado, para que no reine sobre ellos.
1 Samuel 8:7
Hoy al igual que en la antigüedad los
hombres quieren cambiar todo de acuerdo a sus pensamientos: la sexualidad, la
educación, la política e inclusive la iglesia. Al igual que como Jehová puso
jueces para guiar al pueblo y juzgar sus caminos, los hombres preferían cambiar
las normas dictadas por Dios y poner un rey igual que las demás naciones. Todo
esto sin importar las consecuencias, ni lo severas que estas puedan llegar a
ser. Esto no es diferente con la iglesia.
Hoy en día hay personas que quieren que la iglesia cambie, Se modernice, cambie la alabanza por entretenimiento, la oración por ritos ceremoniales que den resultados (Aguas del Jordán, bendiciones de algún ministro que se cree el Elías del Nuevo Pacto, entre otros adornos espirituales que solo ofrecen desviación del evangelio verdadero), las predicas por conferencias de prosperidad y autoestima, pero la mas sebera es implícita en la nueva Iglesia moderna, que se cambie la gloria de Dios por la gloria del hombre.
Ahora bien, estoy significa que si se desecha la iglesia original, también el propósito original y su arquitecto original, que es Dios. Si se desecha a Dios, se desecha la salvación que él da y usted vivirá en una iglesia falsa, con un Dios falso y con una salvación falsa. Es por eso, que es el deber de cada miembro de la iglesia orar por ella siempre, para que se haga la voluntad de Dios y no la de los hombres. No olvides orar por tu congregación HOY
Ing. Jose Misael de la Cruz
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