El desarrollo del poder
papal es uno de los eventos más trascendentales de casi un milenio en la edad
media. Sabiendo que el papa de Roma afirmaba ser "obispo universal" y
cabeza de la iglesia. También se atribuye ser gobernador sobre las naciones,
los reyes y emperadores. Esto ocurrió en tres periodos: crecimiento,
culminación y decadencia.
El período de
crecimiento del poder papal empezó con el pontificado de Gregorio I, "el
Grande", y llegó a su apogeo bajo Gregorio VII, mejor conocido como
Hildebrando. A pesar de la tradición papal, en el que cada papa al asumir su
oficio cambiaba de nombre, Gregorio VII es el único que lo conserva aún después
de asumir como papa. Enfocó su gestión en la conversión de las naciones europeas que
aún permanecían paganas y trayendo a la fe ortodoxa a los arrianos visigodos en
España. Resistió con éxito las pretensiones del patriarca de Constantinopla al
título de obispo universal. Convirtió a la iglesia en virtual gobernante en la
provincia alrededor de Roma. De esta manera preparó el poder temporal o
político. También desarrolló ciertas doctrinas de la iglesia romana, sobre todo
la adoración de las imágenes, el purgatorio y la transubstanciación, o la
creencia de que en la misa o comunión el pan y el vino se transforman
milagrosamente en el verdadero cuerpo y la sangre de Cristo. Defendió la vida
monástica. Bajo una serie de papas y durante cientos de años la autoridad del
pontificado romano aumentó y se reconoció en sentido general.
La aceptación del
gobierno papal se debió a la influencia en la administración de la justicia, ya
que esta reprimía la tiranía monárquica y protegía a los débiles demandando los
derechos del pueblo. El espíritu del papado en principio de la Edad Media era
en favor del buen gobierno. La uniformidad del gobierno de la iglesia
opacaba un poder político divido y en constante lucha por el poder territorial
y económico.
Contraste del Poder
Papal y el Poder Estatal
Poder
Papal
|
Poder
Estatal
|
Uniforme
|
Dividido
|
Imperio Constante
|
Gobierno Cambiante
|
Institución Firme
|
Institución Inestable
|
Fraudes Píos
La iglesia tenía sus
fuertes aliados por todas partes y nunca fallaban en la promoción de sus
intereses.
En la Edad Media
ocurrieron los conocidos "fraudes píos" para sostener la autoridad de
Roma. Debido a que en este periodo la población no era critica, nadie dudó de
la autenticidad de los documentos. Eran aceptados en todas partes y por medio
de ellos Roma se afianzaba. Entre los más destacados están:
La
"Donación de Constantino". Se puso en
circulación un documento tratando de demostrar que Constantino había dado al
obispo de Roma, Silvestre I (314-335 d.C.), autoridad suprema sobre todas las
provincias europeas del imperio y proclamó al obispo de Roma como gobernante
aun sobre los emperadores. Afirmando que el traslado de la capital de Roma a
Constantinopla se debió a que el emperador no permitiría a ningún potentado permanecer
en Roma como rival del papa.
Las
"Decretales Seudoisidorianas". Publicadas alrededor
de 830 d.C. Profesaban ser decisiones de obispados primitivos de Roma, desde
los apóstoles en escala descendente, presentando elevadas reclamaciones, tales
como: supremacía absoluta del papa de Roma sobre la iglesia universal;
independencia de la iglesia del estado; inviolabilidad del clero en todos sus
rangos suprimiendo la rendición de cuentas al estado, ni a tribunales seculares.
Nadie dudó de la
autenticidad de los documentos hasta el siglo doce, cuando la iglesia ya estaba
anclada en el poder.
El desarrollo del poder
papal, no era constante. Hubieron príncipes opositores, como príncipes débiles.
Algunos de los papas eran débiles y otros eran malvados, sobre todo entre 850 y
1050 d.C. Entre 1073 y 1216 d.C el papado tuvo un poder casi absoluto, en la
iglesia y las naciones de Europa, posición alcanzada durante el gobierno de
Hildebrando, Gregorio VII.
Hildebrando reformó el
clero que se había corrompido Y quebrantó, temporalmente, la simonía o la
compra de puestos en la iglesia. Levantó las normas de moralidad en todo el
clero e impuso el celibato del sacerdocio, que aunque se exigía no fue
obligatorio hasta su día. Libertó a la iglesia de la dominación del estado al
poner fin al nombramiento de los papas y los obispos por reyes y emperadores. Estableció
el juicio eclesiástico para sacerdotes y relacionados. No aspiraba a abolir el
gobierno estatal, sino a subordinarlo al gobierno de la iglesia.
Otro papa de poder fue
Inocencio III (1198-1216). Se declaró: "El sucesor de San Pedro ocupando
una posición intermedia entre Dios y el hombre. Es inferior a Dios más superior
al hombre. Es el juez de todos, más nadie lo juzga." En una de sus cartas
oficiales escribió que al papa "no solo se le encomendó la iglesia, sino
todo el mundo", con "el derecho de disponer finalmente de la corona
imperial y de todas las demás coronas".
Saliendo Europa de la
Edad Media, la lealtad nacional se levantaba para competir con la eclesiástica,
la decadencia del poder papal empezó con Bonifacio VIII en 1303. Al período de
1305 a 1378 se le conoce como la Cautividad Babilónica. La sede del papado se
trasladó de Roma a Aviñón, al sur de Francia. Los papas se convirtieron en
jefes nominales sin verdadera influencia o poder bajo el gobierno francés.
Otros aspirantes al papado surgieron en Roma y por doquier, en diferentes
países, papas y antipapas. Las órdenes papales se desobedecían libremente. Las
excomuniones se obviaban.
En 1378 el papa
reinante, Gregorio XI, volvió a Roma y en 1414 se celebró el Concilio de
Constanza para decidir entre las reclamaciones de cuatro papas. Todos se depusieron
y se escogió uno nuevo. Desde 1378, los papas han continuado morando en Roma.
Comentarios
Publicar un comentario