La religión y el
imperio que Mahoma fundó al principio del sexto siglo, arrebató provincia tras
provincia a los griegos de Constantinopla, hasta su extinción. Esto llevó a la
iglesia oriental a una especie de esclavitud. Incluso, amenazando la caída de Europa.
Nacido en La Meca, Arabia, en 570 d.C. Mahoma a los cuarenta años de edad, en
610, empezó su carrera como profeta y reformador. En principio ganó discípulos
lentamente, pero creció lo hasta encontrar persecución. Huyó de La Meca en 622
d.C. y su fuga, la hégira, proporciona la fecha por la que se rige el
calendario mahometano. Puso bajo su religión y autoridad a las tribus árabes
esparcidas y regresó a La Meca como conquistador. Al morir, en 632 d.C., era el
profeta y gobernante aceptado por toda Arabia.
Esta religión se le denomina islamismo,
"sumisión", esto es, obediencia a la voluntad de Dios. Sus seguidores
se les llaman musulmanes. Los Artículos de fe Islámicos son:
- Hay un solo Dios, llamado Alá (siendo la palabra de
origen común con la similar hebrea "Elohim").
- Todos los hechos buenos o malos Dios los ha
preestablecido, por lo tanto, en cada acto se lleva a cabo la voluntad de Dios.
- Hay multitudes de ángeles invisibles, buenos y
malos, que se relacionan constantemente con los hombres.
- Dios entregó su revelación en el Corán, una serie de
mensajes comunicados a Mahoma por medio del ángel Gabriel.
- Dios envió profetas inspirados a los hombres, de
ellos los más grandes fueron Adán, Moisés, Jesús y, sobre todos los demás,
Mahoma.
- Los profetas bíblicos, apóstoles cristianos y santos
que vivieron antes de Mahoma se reconocen y adoptan como suyos.
- En el más allá habrá una resurrección final, el
juicio y el cielo o el infierno para cada hombre.
En sus Inicios, Mahoma
dependía de aspectos morales al predicar su evangelio. Pero más tarde cambió
sus métodos y se hizo guerrero, conduciendo a sus unidos y feroces árabes a la
conquista de los in-crédulos. Rápidamente, conquistaron Palestina y Siria y los
lugares santos del cristianismo. También las provincias del Imperio
Grecorromano. Hasta llegar a Constantinopla, sometiendo todos los países del
cristianismo primitivo. Donde los cristianos se sometían, su adoración se les
permitía bajo algunas restricciones. En Oriente, el imperio de los califas se
extendió hasta la India. Su capital estaba en Bagdad, en las márgenes del
Tigris. Hacia el Occidente, sus conquistas incluían Egipto, el norte de África
y la mayor parte de España. Gracias a la
batalla de Tours Europa se hubiera
convertido en un continente mahometano y habría sustituido la cruz.
El islamismo fue muy
superior al paganismo y más fuerte que el tipo de cristianismo que encontró y
venció. La iglesia oriental, al contrario de la occidental, había mermado en
sus esfuerzos misioneros, había perdido su energía, especulando en vez accionar
en lo moral o espiritual.
En los califatos
primitivos, la literatura y la ciencia adelantaron. Los árabes nos dieron la
numeración arábiga (1, 2, 3,4, etc.) que superaba al sistema romano de
numeración mediante letras (I, V, X, etc.). En la astronomía lograron las
primeras clasificaciones de las estrellas. Su método evangelistero mediante la
espada fue la primera manifestación de maldad religiosa, promoviendo el odio en
vez del amor. En cada conquista, morían los hombres, llevaban sus mujeres a los
harenes de los victoriosos y educaban los niños en la fe islámica. Los turcos tenían
la costumbre de tomar miles de niños cristianos, arrebatarlos de sus padres y
criarlos en provincias distantes como musulmanes fanáticos.
En la antigüedad islámica el estado y la iglesia
eran uno. El gobierno debía emplear su poder para adelantar la verdadera
religión y suprimir la falsa.
La mentalidad árabe
pensaba en Dios como un déspota oriental, implacable y terrible, sin amor para
la humanidad fuera de los seguidores del Profeta. Por lo que el concepto
mahometano de Dios se basa más bien en el Antiguo Testamento que en el Nuevo
Testamento, dejando a Cristo fuera de su sistema. Para ellos Jesús no es el
Señor del reino celestial, ni el Hijo de Dios, el Salvador del mundo. Es
reducido a un profeta judío, inferior en todo respecto a Mahoma.
Su concepto del cielo,
la morada de los bienaventurados en la vida venidera, es sensual y no
espiritual. Una de las características más indigna de esta religión es la
degradación de la mujer. Las mujeres se consideran como simples esclavas o
juguetes del hombre.
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