Biografía de Santiago el Apóstol y Hermano del Señor

 


El autor de esta carta no nos da prácticamente ninguna información acerca de sí mismo. Se llama a sí mismo sencillamente < Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo» (Santiago 1:1). En el Nuevo Testamento parece que hay por lo menos cinco personas con ese nombre.

La teoría más aceptada es que este Santiago es el hermano del Señor. Durante el ministerio de Jesús está claro que su familia no Le comprendía ni simpatizaba con Él, y habría querido impedirle que cumpliera Su obra. Juan dice claramente que «Sus hermanos no creían en Él>. Así que, durante el ministerio terrenal de Jesús, Santiago era uno de Sus opositores.

Con Hechos se presenta un cambio repentino e inexplicado. Cuando empieza Hechos, la Madre y los hermanos de Jesús forman parte del pequeño grupo de cristianos (Hechos 1:14). Desde entonces, está claro que Santiago ha llegado a ser el líder de la iglesia de Jerusalén, aunque no se nos explica cómo se produjo esa situación. Es a Santiago a quien Pedro manda la noticia de que está fuera de la cárcel (Hechos 12:17). Santiago preside el concilio de Jerusalén que abrió las puertas de la Iglesia Cristiana a los creyentes gentiles (Hechos 15). Fue con Santiago y Pedro con los que se reunió Pablo cuando fue por primera vez a Jerusalén después de su conversión; y fue con Santiago, Pedro y Juan, las columnas de la Iglesia, con los que Pablo decidió la esfera de su trabajo (Gálatas 1:19; 2:9). Fue a Santiago a quien se dirigió Pablo con la colecta de las iglesias gentiles en su visita a Jerusalén que habría de ser la última y que habría de conducir a su detención y envío a Roma para ser juzgado por el césar (Hechos 21:18-25). Este último episodio es importante, porque nos presenta a Santiago en tal simpatía con los judíos cristianos que todavía cumplían la ley judía, y tan interesado en que los escrúpulos de estos no se exacerbaran, que convenció a Pablo para que diera muestras de su lealtad a la ley asumiendo responsabilidad por los gastos de algunos cristianos judíos que estaban cumpliendo el voto de los nazareos.

Hegesipo, el historiador tempranero, dice que Santiago fue el primer obispo de la iglesia de Jerusalén. Clemente de Alejandría añade que le escogieron para ese ministerio Pedro y Juan. Jerónimo, en su libro Sobre hombres famosos, dice: «Inmediatamente después de la pasión del Señor, los apóstoles consagraron a Santiago como obispo de Jerusalén... cuya iglesia gobernó durante treinta años, es decir, hasta el año séptimo del reinado de Nerón.

 

Hubo un encuentro entre el Señor Resucitado y Santiago. El estuvo presente en la última Cena, algo acerca de Jesús en Sus últimos días u horas en la Tierra había impactado el corazón de Santiago de tal manera que este había jurado no probar bocado hasta que Jesús resucitara ; así que Jesús volvió a él, y le dio la seguridad que esperaba.

Que Santiago murió mártir es una afirmación consecuente en la tradición antigua. Los relatos presentan variantes en las circunstancias y en los detalles, pero coinciden en que acabó su vida como mártir de Cristo.

Anano era el sumo sacerdote judío; Festo y Albino eran los procuradores de Palestina, en el puesto que había ostentado Pilato. El detalle de la historia es que Anano aprovechó el interregno entre la muerte de uno y la llegada de su sucesor para eliminar a Santiago y a otros líderes de la Iglesia Cristiana. Esto coincide perfectamente con el carácter de Anano por lo que sabemos de él; y supondría que el martirio de Santiago tuvo lugar en el año 62 d.C.

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